lunes, 14 de junio de 2010

De la libertad y otras complicaciones

Es miblog... soy libre de publicar lo que quiera jeje. Esa palabrita... libertad... que sonido tan dulce tiene y sin embargo cuando deja de ser una simple palabrita, para hacerse una realidad cotidiana en la vida... llega a adquirir unos tintes bastante dramáticos.

Muchas veces en la vida uno está acostumbrado a la parte sencilla de la libertad... esa que implica recibir beneficios por pequeñas decisiones o incluso que otros tomen decisiones por ti. Un ejemplo práctico: dependiendo de como te comportes en la semana, tus padres te darán o no permiso para salir con tus amigos el fin de semana. Ahí la libertad está en que tú eliges si te comportas bien o no. Y la parte de las decisiones en tu lugar es que al final terminas reconociendo que quien eligió tiene quizá más experiencia y es lo más conveniente y por tanto lo haces, te acoplas a esa decisión.

Los tintes dramáticos llegan cuando te toca decidir de frente. En primera persona. Un hecho. Tú. Un hecho y tú. Consecuencias. Unas previsibles, otras menos. Te haces grande frente al hecho y avanzas hacia él. Ya de cerca no es lo mismo. Te achicas. Buscas apoyo, consejo, ayuda... como quieras llamarle. Volteas a tu derecha, atrás, arriba. Te das cuenta que estás solo en el ruedo y que, como diría el muy famoso "Ferraz" (cfr. Youtube búsquenlo esta buenísimo "el Ferraz") "ahora la bebes o la derramas" Sí, hay quien desde las gradas te grita: tú puedes!, pero es TÚ... no hay nadie a tu lado que te mueva las manos ni que haga avanzar tus pies.

La libertad va más allá de decir lo que quieres o hacer lo que piensas. La libertad no se reduce al "soy mayor de edad y ya puedo hacer lo que se me pegue la gana" La libertad no es dejar de ir a Misa con mis padres, porque ya estoy mayor y es lo que quiero... La libertad, segun una definición mía, mas simplona que simple, es la capacidad que el hombre tiene de optar por lo que puede no querer. (aunque en un primer momento era "la capacidad que tiene el hombre de hacer lo que no quiere")

Hoy me he topado conmigo mismo enarbolando la badera de mi libertad. Fue un momento duro, difícil, algo dramático, por qué no decirlo. Y me di cuenta de que a ser libre se ha de aprender cada día.

La tarde fue lluviosa y algo fría, desde mi habitación en penumbra vi como la noche fue cubriendo poco a poco el firmamento, al paso que un vientecillo recogió cortesmente las últimas nubes pesadas de agua. Y mientras pensaba en estas cosas, que como gotas de lluvia caían sobre mi mente, traté de hilvanar unos versos. Fue en vano. Me quedé dormido.

1 comentario:

  1. ¡Guau! siempre comento entre gente conocida que la libertad es un don tan elevado y al mismo tiempo tan peligroso... si, peligroso por nuestra fragilidad... qué cierto es que "mi libertad termina justo donde empieza la tuya". Esto nos tiene que llevar a que tenemos una dignidad elevadísima, ¡si! y... hemos de tomar conciencia que es la misma que tiene cada ser humano a nuestro derredor: el magnate, el limosnero, la sra que hace las tortillas, el delincuente, el niño, el anciano, el fracasado, el nerd, la bellísima chica popular como aquélla que nadie voltea a ver por ser de poco atractivo natural, el enfermo, el exitoso... Si, mis actos están impulsados por un adecuado o inadecuado uso del 'libre albedrío' que me lleva a elegir tal o cual acto o pensamiento, etc.. Permitáseme recalcar que la Libertad es un valor que "tiende al Bien", de lo contrario no 'es'...

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