sábado, 14 de enero de 2012

El Español


Su apodo no era ni original ni mucho menos ingenioso. El Español. Me sorprendió. Bueno, a decir verdad no me sorprendió él. Me sorprendieron sus circunstancias. Entre el río de gente que se mueve a diario por las calles del centro de la ciudad, ciudad que ha dejado de ser ciudad para convertirse en un montón de gente, coches y edificios, iba caminando hacia un museo cuando lo escuché.
Sí, llamo mi atención su voz más que otra cosa pues su “seseo” era inconfundible. Además de el volumen que se elevaba sin dificultad por entre el río desmadrado de gente.
No lo pude evitar. Me acerqué y, en honor a la verdad, sin pensar demasiado, le solté la pregunta: “¿cómo llegaste hasta aquí?” y es que si hubieran estado ustedes en mi lugar habrían hecho lo mismo. Quizá no le hubieran preguntado a él, pero sin duda se hubieran preguntado a ustedes mismos lo que yo le cuestioné a él.

-Joder tío, ¿no tienes nada mejor que preguntar “cabrón”?. Eres el quinto que me pregunta eso. ¿Acaso me vas a mantener, me vas a dar trabajo? ¡Si no te interesa vete!
Todo ello pronunciado con el más impecable acento gachupín, pero con una que otra “palabreja mejicana” -dijeran ellos- en medio.

Y es que no me culpen. Bien podrían pensar que me tenía bien merecida esa respuesta por meterme en asuntos que no son de mi incumbencia. Pero créanme, ustedes habrían hecho lo mismo.

Que vayas por una calle abarrotada de gente que va hacia todos lados en una ciudad como la capital, no es raro. Que en esa calle se unan a las bocinas de los coches las voces de los vendedores ambulantes y aquellos que ofrecen promociones y volantes, tampoco lo es. Que una sola voz sobresalga por encima de todo aquel barullo puede ser hasta normal. Pero que esa voz sea la de un español y que esté ofreciendo volantes para examinarse gratuitamente la vista en un localucho más bien insignificante… y ahí fue donde no me resistí y le tuve que preguntar lo mismo que ustedes se han preguntado ahora. ¿Qué hace un español en una calle del centro histórico del Distrito Federal ofreciendo volantes?

Por mi mente pasaron en un instante la elevadísima tasa de paro laboral en España, la necesidad que empuja a gentes de todo el mundo a probar fortuna lejos de sus hogares, incluso volví a recordar aquellos pueblos de la montaña en el norte de Italia que quedaron abandonados al emigrar sus jóvenes habitantes a América. Pero por mucho que pienses eso, lo último que esperas encontrar es un español repartiendo volantes.

A pesar de su respuesta inicial, el español resulto ser un buen tipo. “Soy humano y nada de lo humano me es ajeno” dijera el poeta latino, y conocerlo y saber una pequeña parte de su historia me dio mucho en que reflexionar.
Hace poco más de un año salí con unos amigos que a su vez me presentaron a otros de sus amigos. Uno de ellos al enterarse que yo había estado estudiando en España me apodó de esa misma manera: el español.
De todo hay en esta Tierra.

jueves, 12 de enero de 2012

Muestra permanente sobre la Inquisición






Esta mañana me de dado una escapada a una muestra permanente que se ofrece sobre la Inquisicion en la antigua escuela de medicina de la UNAM en el centro histórico del DF.

El recorrido consta de 32 puntos a lo largo de cuatro salas, o espacios que hacen las veces de sala. Está bien organizado y los "puntos" bien montados. A la entrada te ofrecen un mp3 y unos audífonos que contiene la guía y explicación de las imágenes y los puntos que vas recorriendo. No solamente muestran ejemplificaciones y escenas con estatuas sino que tambien enriquecen la información con videos e imágenes.

En un inicio muestran la cara típica de la inquisición, la que todo mundo conoce o cree conocer. No dudan en usar palabras ya sabidas como fanatismo, Iglesia Católica, Papas etc. conforme el recorrido avanza muestra un poco más el proceso real y las supuestas torturas usadas y cómo se infligían.

Imágenes muy crudas, a mi parecer, unas tres o cuatro. Si bien es un tema que despierta mucho morbo, dentro del recinto no abusan de él.

Una cosa que me pareció buena es que hacen notar la diferencia de la "Inquisición" como tal y la "Caza de brujas" aunque a final se la atribuyen igual a una Inquisición sin nada mejor que hacer que andar inventando maneras de fastidiar a la gente y quemar personas. Bueno, esto último es mi manera de expresar lo que ellos dicen de manera muy bonita.

No me dejaron hacer fotos. Y la verdad no había muchas cosas que lo valieran. Como ya digo instrumentos de tortura mostraban tres o cuatro y nada mas. Una silla en la que te ponian al revés (los pies en el respaldo la espalda en el asiento etc) para causar dolor y acalambramiento sin dejar marcas. La famosa rueda en la que ataban al torturado y a la vez que lo descoyuntaban lo hacian pasar por un brasero, y dos o tres cosas mas. Las ya conocidas hogueras no faltan.

En el punto final hacen mención "piadosa" del tormento de la Cruz y de la muerte de Cristo pero únicamente para preguntarse si tanto sacrificio no habrá sido en vano. Como dando a entender que la Iglesia la sigue regando, dicho de manera muy sutil eso sí.

Por entrar he pagado 35 pesos pues llevaba credencial de estudiante. Los valen para conocer un poco más si ya se tiene una base.

miércoles, 11 de enero de 2012

Lágrimas

Hola a todos. Comienzo el año con una poesía que he escrito ayer. Es de corte más bien triste pero creo que tiene su belleza. Como mencione en alguna otra entrada, no siempre se corresponde a mi estado actual lo que escribo, otras veces sí. Espero que sea del agrado de mis lectores. 


Las que caen de mi ojos grandes a veces serenas, a veces a borbotones
Las dulces hileras de te quiero que no alcance a decirte
Las saladas líneas de culpa que siento por no haber logrado mantenerte a mi lado
Las rojas y ácidas marcas de sangre que vienen del corazón

Lágrimas que brotaron inocentes cuando pequeño
Lágrimas que el miedo llevó hasta mis ojos
Lágrimas que la rabia escupió desde mi mirada
Lágrimas puras que arrancó con violencia el primer amor al marcharse

Lagrimas secas, tímidas, interiores
Que se lloran en un rincón secreto del corazón
Lágrimas que llora el alma por dentro
Al no saber por quien seguir luchando

Lágrimas rebeldes que resbalan hasta mis labios
Que ansían ser secadas por tus labios
Que van a morir sin más al final de mi barbilla
Cual suicida que se deja caer al vacío de la muerte sin nombre

Lagrimas de resignación, de silencio
Lágrimas que calman el espíritu
Lágrimas que lavan el atardecer de tu recuerdo
Lágrimas que son tú en forma líquida

Tu caes desde mis ojos como esas lágrimas
Resbalas por mi mejilla queriendo yo hacer de tu partida una caricia
Tocas mis labios sin detenerte en ellos… y sabe a sal
Caes, caes al abismo desde mi cara y nada puedo ya hacer para pararte…

Solo seguir llorando para que mis lágrimas te acompañen.

Una reflexión "al vuelo"

Frente a mi oficina, sobre las escaleras que van al segundo piso, había un nido de golondrinas. 3 polluelos tenía el nido. Sobre una lámpara...