jueves, 31 de mayo de 2012

Dos o tres cosillas no tan importantes

Tras una más de mis ausencias de este blog, aquí estoy de nuevo. Ya no prometo nada sobre el cuidado que le he de poner, ya ven cómo me las gasto. La verdad es que quedé de verme con una buena amiga, por lo cual tuve que posponer algunas ocupaciones y al final no pudimos vernos. Así que aprovecho para echar letras en este espacio, dado que ya desde hace tiempo traigo algunos temas en mente. No prometo una unidad en el relato ni siquiera una ilación, trataré de contar algunas de las cosas que han captado mi atención últimamente.

No quiero darle mucha importancia porque realmente no debería merecerla en un espacio de este tipo, pero lo mencionaré. Las campañas políticas. Solo diré que estoy hasta el "queque" de tanta basura mediática, política, publicitaria, sea del color y partido que sea. Es un verdadero insulto a la inteligencia y al País la manera en como tratan de obtener votos esos señores. Los del "gatito" 132 (#yosoy132) empezaron por buen camino a mi corto entender, pero me da miedo que terminen politizándose a pesar de que se definen como apartidistas. No diré más. Catón, en su columna de hoy, me hizo mucha luz sobre el asunto. Si la pueden leer, la recomiendo.

En días pasados he estado en Xalapa, la capital de mi estado de Veracruz para hacer algunos trámites. Mientras estuve ahí, me tocó una balacera (no en primera persona) y retenes debido a la desaparición de dos camionetas de la policía estatal con todo y policías. En el retén que tenían a la salida de Xalapa a Veracruz, me tocó que me revisaran. Iba yo en un taxi con un amigo, rumbo a casa de otro. Nos pidieron amablemente que nos bajáramos, es más hasta tuvieron la cortesía de abrirme la puerta del taxi. Me pidieron una identificación y yo mostré mi credencial de estudiante de la Universidad Anáhuac (que dicho sea de paso, parece que en estos tiempos da mucho de sí portar una de esas) y después de algunas preguntas, a qué se dedica, qué estudia, qué lo trae a Xalapa, a dónde te diriges, etc, me agradecieron el tiempo dedicado, me pidieron disculpas por retrasar mi traslado, me abrieron la puerta del taxi y se despidieron de mi. No sé si mi amigo corrió igual suerte que yo pues nos interrogaron por separado y el abordó el taxi desde el lado del conductor, pero me manifestó que le había parecido bien el trato, lo que en lenguaje coloquial sonó más o menos así: se portaron buen pedo.

¿Qué más? ¡Ah! sí. Estoy leyendo un libro de uno de mis autores predilectos, C.S.Lewis, se llama Los 4 amores. También me está ayudando a entender y a recordar cosas que supuestamente ya sabía. Es curioso (al menos en mi mismo) como se pierde de vista el sentido o fundamento de las cosas, más en temas tan filosos como el amor y más aún si se mezcla con sentimientos. En medio de tanta turbulencia me está ayudando a no perder demasiado el rumbo.

Respecto a poemas, mañana hará aproximadamente 4 meses que no produzco gran qué. Por no decir que no produzco nada. Sin embargo parece ser que hay dos o tres en el tintero, esperemo que pronto haya luz suficiente que puedan mirar.

He pensado también en el tema del silencio. Me ha dado ocasión para ello un comentario de un amigo que no aguantaba el silencio porque no se escuchaba nada. Me ha dado pie también el recordar que una persona una vez me dio las gracias por mis momentos de silencio. Y me ha dado pie el ver que se tiende a ver algunas veces de manera negativa el guardar silencio. Bien, espero se ordenen las ideas para que pronto puedan quedar plasmadas.

Si a alguno le interesa, no voy a votar. No cuento con credencial de elector, entre otras cosas porque cuando intenté sacarla me dijeron que mi acta de nacimiento era muy vieja (Cuál!! tiene mi misma edad y me dijeron: "Joven, su acta está ya vieja") Así que esperaré a las siguientes elecciones.

Ah (por segunda vez) el otro día mi vecina de 80 y muchos años y uno de sus hijos vinieron a mi casa a las 6 de la mañana a preguntar por su gato que tenía como 5 días atrapado en el techo de mi baño. Nadie se había percatado. Lo pudimos liberar y acto seguido escapó a la casa de otro vecino. El saldo fue blanco. O más bien color capuccino, pues de ese color es Romina (así se llama el felino).

Una reflexión "al vuelo"

Frente a mi oficina, sobre las escaleras que van al segundo piso, había un nido de golondrinas. 3 polluelos tenía el nido. Sobre una lámpara...