Copio el título, o más
que copiarlo, hago alusión al título de una columna editorial de uno de mis
columnistas favoritos: “Catón” la suya se llama “De política y cosas peores”
Ya lo he constatado
en otras ocasiones. Vivimos muy a prisa y, cosa que es peor a mi entender, más
que de prisa, como si nos fueran correteando. Pareciera que no podemos estar
viviendo sin algo que nos dé de qué hablar, que nos mantenga ocupados, distraídos
de nosotros mismos y del por qué de nuestro vivir.
En las últimas
semanas e incluso meses ya, hemos entrado en una serie de acontecimientos que
nos dan bastante de qué hablar, cosas para comentar, motivos de chistes, de
“twitts” y estados en facebook. Por esos acontecimientos me refiero a la etapa
final del torneo de futbol de clubes europeos, (La Champions) a las pre
campañas, campañas y todo el ensamble político de México con motivo de las
elecciones presidenciales, la Eurocopa, ¿por qué no? Y quizá nos alarguemos así
hasta los juegos olímpicos.
Como he mencionado
en otras ocasiones, basta que haya un hecho que llame de manera particular mi
atención, para que esté días y días dando vueltas en mi cabeza hasta que le
haga caso y lo plasme por escrito. En esta ocasión lo que llamó mi atención
fueron los penales.
Todo comenzó con el
momento en que en la Eurocopa en el partido del Real Madrid contra el Beyern de
Munich tanto Cristiano Ronaldo como Kaká fallaron sus respectivos penales. De
Ramos omitiré más comentarios. No quedó todo ahí. En el Barcelona contra
Chelsea también Messi tuvo un tiro penal que falló poniéndolo en el poste
superior. Por si eso no fuera suficiente, En la final, Bayern contra Chelsea,
el jugador Robben, muy experimentado y con un largo recorrido ya en este tipo
de competencias, tuvo también su oportunidad frente al portero y lo falló
mandándolo por un lado. Ahí no acaba la historia, dado que en la Eurocopa las
dos semifinales se definieron precisamente en tanda de penales… Hubo más
fallos, grandes atajadas de los porteros, y excelentes cobros como el de Andrea
Pirlo a lo “Panenka” imitado después por Sergio Ramos.
¿A qué voy con todo
esto? –Y he de aclarar que más que nadie Sergio Ramos fue la inspiración- creo
que muchas veces ponemos demasiada importancia en las cosas más fútiles. En
cosas muy triviales. No quiero con esto ofender a quienes aman el futbol. Yo
mismo soy aficionado y me emociono y hasta lloro con un buen partido de futbol.
Más si es de buen futbol como suelen mostrar a menudo los clubes europeos. Pero
es solo eso. Creo que debemos aprender a darle a las cosas su valor. No más ni
tampoco menos.
¡Cuántos chistes,
comentarios, twits, estados en facebook etc, provocó el penal fallado por
Sergio Ramos! Y al poco tiempo marcó un gol en circunstancias incluso más
decisivas, marcó el penal decía, de una forma espectacular, con clase y sangre
fría.
Creo que las
lecciones que podemos, que al menos yo trato de sacar de esto son dos: No
juzgar tan a prisa. En esta ocasión bastaron unos días para “desfazer el
entuerto” –parafraseo a don Quijote- en otras ocasiones la historia se tomará
años para develar el por qué de lo que sucede. Si los grandes fallaron en lo
que son los mejores, también nosotros podemos fallar. Al mejor cazador se le va
la liebre.
La segunda lección,
no distraernos de lo esencial. ¿Para qué estamos acá? ¿a dónde queremos llegar?
¿En qué parte vamos? Son muchas cosas las que nos distraen e incluso muchas
cosas con las que intentamos distraernos para no entrar en nosotros mismo y
cambiar lo que eventualmente podamos mejorar. Botón de muestra: Entre tanto “fraude”
“compra de votos” “candidatos ineptos” y demás, ¿quién recuerda sus propósitos
de año nuevo?
Bien, dado que
hablé de los penalties, simplemente me quedé con la boca abierta cuando Pirlo
anotó de esa manera. Siempre es bueno ver a un grande entre los grandes
demostrar por qué está donde está. Fin.