jueves, 9 de diciembre de 2010

Dios... Karma... Destino...

Desde hace un par de días hay una idea que me ha estado inquietando un poco. Ha estado luchando por salir de ese lugarcillo donde se gestan las ideas, sólo que como todos saben, no es bueno que una idea salga y ande por ahí vagando si no va bien vestida y arropada con lógica, buenas palabras y claridad. Bien, trataré de vestir a mi idea de manera que puedan entenderla.

Se trata de lo siguiente: últimamente, si bien no es algo nuevo, he estado escuchando en canciones, en programas de televisión, en comerciales y anuncios varios una palabra: el destino. Sí, la primera vez o quizá las primeras veinte veces me pasó desapercibida o hasta me pareció poética. Después comenzó a hacer eco en mi mente, más tarde no paraba de verla en todos sitios. Mis amigos la utilizaban en sus conversaciones, salía en las páginas de los libros y periódicos, creando un poco de confusión o más bien tomando un lugar que no le pertenece del todo.

Lo de la confusión y el lugar que no le pertenece, lo digo porque muchas veces la confunden con Dios. Quién no ha escuchado frases como: "el Destino, Dios, Karma... llámale como quieras, pero..." y otras parecidas.

El Destino, con la connotación de un ente personal, vine de la concepción fatalista romana y quizá ya desde antes, de los griegos, para los cuales había una especie de deidades o deidad que era el "Fatum" los hados, o el Destino, al que hasta los mismos dioses estaban sometidos y que regía la vida de los hombres de manera más bien caprichosa y lo expresaban con una frase: "ducunt volentem fata, nolentem trahunt" (El destino conduce a quien se le presta y arrastra a quien se le resiste)

Y bueno, creo que la forma en la que lo toman o usan ahora... en las canciones y demás cosas que mencionaba al inicio, no ha cambiado mucho, solo que dudo que sepan el origen de tal tendencia.

Al punto al que voy es al siguiente: como dijo una vez uno de mis profesores, un hombre bastante sabio y que admiro mucho: "El que no conoce a Dios, a cualquier burro se le hinca" como que da la impresión que los hechos que ocurren día a día en nuestras vidas los queremos atribuir a algo... o a alguien que puede estar por encima y que los va permitiendo o acomodando, que se encarga de "cobrarse" las malas acciones cometidas y que, sin decirlo tan abiertamente... juega con nosotros.

No me meteré en terreno filosófico por ahora, aunque bien valdría la pena, pues anula entre otras cosas la libertad, la autodeterminación...

La cuestión es esa: que el Destino está de moda. A veces como que da pena reconocer que es Dios quien realmente está al tanto de nuestras vidas. A veces da miedo aceptarlo, A veces incluso cuesta creerlo, pues no estamos acostumbrados al tiempo de Dios y queremos resultados inmediatos. Pero, ¿acaso no preferirías confiar tu vida a un Padre que sabes que te ama, que a una especie de idea abstracta que ademas es una caprichosa y para quien no eres más que un juguete?

Otra idea quiere acompañar a la primera... ¿qué ha hecho el "destino" o el "Karma" por tí? creo que nada, o al máximo hacerte pasar ratos un tanto amargos... sin embargo, de Dios sabemos que ha hecho bastante por cada uno... nacer, hacerse hombre, dar su vida... ¿es poco?

Bueno, creo que ya quedó. Mejor corto antes de que la idea se convierta en un batiburrillo soporifero. Solo termino con una invitación a que pienses si no es mejor confiar tu vida a la Providencia de un Dios que sabes que es amor y que te ama, que al capricho de un "algo" que ni siquiera estás seguro de que pueda existir.

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